Boborás pedirá la declaración como Bien de Interés Cultural de la Danza de Xuvencos

Vecinos y visitantes disfrutaron, ocho años después, del ancestral baile en la Festa das Mudacións

Los vecinos de Boborás vivieron ayer con emoción la escenificación de la Danza de Xuvencos, en el día grande de las fiestas de As Mudacións. Tras ocho años sin baile, que tal y como manda la tradición se debe celebrar cada cuatro años y que el 2020 no se pudo celebrar por la pandemia del coronavirus, había mucha expectación por volver a disfrutar de la exhibición protagoniza por los “mozos solteiros” de la parroquia. “Foi moi emocionante e, aínda que tivemos un susto de dez mintuos de choiva fina, ao final ata saíu o sol”, describía la alcaldesa de la localidad, Patricia Torres, quien destacaba el interés y el arraigo de la danza entre los lugareños.

El ancestral baile, cuyo origen se remonta al siglo XVIII, suscitó el interés de numerosos medios y de fotógrafos interesados en inmortalizar esta danza que se celebra cada cuatro años.  “Para o Concello é un orgullo e tamén un atractivo que estas manifestacións culturais susciten interese”, reconocía Torres. Con el objetivo de conservar y proteger la danza, la alcaldesa Patricia Torres comentaba los planes municipales para impulsar su declaración como Bien de Interés Cultural, aupados por los propios lugareños y donde seis vecinas ya han iniciado los trámites para constituir una asociación. “Precisamente hoxe falámolo cos veciños nos preparativos previos á procesión, de ver as opcións, os requisitos que serían necesarios para instar a súa declaración como Ben de Interese Cultural”. En su libro “Xuvencos. Historia e Tradición”, el historiador Xosé Luis Sobrado se refiere a la similitud con otras danzas, que nacieron en la Edad Media “e que se corresponden na súa orixe coas chamadas danzas gremiais: manifestacións pagano-relixiosas”.

Las celebraciones arrancaron el domingo pasado con el intercambio de imágenes entre la iglesia de Xuvencos y la capilla de Boborás, y que ayer regresaban a sus emplazamientos habituales en una emotiva procesión con los ocho jóvenes danzantes, amenizada por el Grupo de Gaitas de Boborás y, al acabar, la misa con el Orfeón do Carballiño. Si embargo, los preparativos comenzaron ya en el mes de febrero con los ensayos de los jóvenes danzantes, los ocho oficiales y dos voluntarias más que se postularán para la próxima edición, bajo la dirección de Tatiana Rodríguez Fírvida.

Te puede interesar