El Concello de Ourense bate récords de impagos a proveedores y de salarios para asesores

Jácome, en el centro, en un pleno del Concello de Ourense
photo_camera Jácome, en el centro, en un pleno del Concello de Ourense
Las cuentas municipales de Ourense ofrecen su peor balance, con deudas de hasta 24 millones a los servicios privatizados, mientras se gasta un millón al año en pagar a contratados “a dedo”

El Concello de la ciudad de Ourense bate récords de impagos a proveedores y de sueldos para asesores, al tiempo que con el gobierno local de Gonzalo Pérez Jácome alcanza cotas históricas de baja ejecución presupuestaria. No gasta ni la mitad del dinero que tiene habilitado, pero ya desembolsa en personal cinco millones y medio más que cuando llegó al cargo.  Las cuentas municipales ofrecen su peor balance, con deudas escondidas de hasta 24 millones en servicios privatizados, mientras el alcalde usa un millón al año en pagar a contratados “a dedo” para su extenso “staff”.

Las cuentas municipales hacen aguas por todos lados y ahondan en las sospechas sobre la controvertida gestión de Gonzalo Pérez Jácome, que ha conseguido que el Concello llegue a cifras históricas de morosidad, con cuatro meses de retardo en pagar facturas y 9 millones de euros de recibos impagados “escondidos en el cajón” (la denominada “cuenta 413”) por su demora en la tramitación.

El gobierno local lleva dos años sin gastar ni la mitad del dinero disponible, lejos del más del 80% visto como "aceptable".

El actual alcalde culpa a la oposición -por sus anteriores etapas de gobierno- y a los funcionarios, pero los datos matan al relato, ya que la etapa Jácome presenta peores guarismos que sus antecesores en todos los indicadores económicos. Ni siquiera es capaz de tener más ahorro que su predecesor, pese a tener la más baja ejecución de la historia.  

Gasto en personal del Concello de Ourense
Gasto en personal del Concello de Ourense

Ejecución presupuestaria

Actualmente, su ejecución presupuestaria (es decir, la cantidad del dinero que realmente ejecuta sobre lo disponible) no ha pasado del 50% en los últimos dos ejercicios, y se encuentra a años luz del 80% de 2014 o 2015. Xosé Mosquera, quien fuera jefe de Intervención de la Diputación de Ourense, explica que todo lo que esté por debajo del 50% de ejecución se debe a una “neglixencia” a la hora de ejecutar el dinero del que se dispone.

“Hai gasto corrente que non require accións nin aperturas de expedientes, que se devenga, en persoal e gasto ordinario”, señala. Aunque recalca que no es fácil ejecutar el 100%, “o aceptable e normal sería unha execución do 80%, nunca por debaixo do 50%”, como sucede en el Concello de Ourense.   Para el profesor de Economía Aplicada del Campus Alberto Vaquero, “que una entidad pública sistemáticamente no gaste lo que presupuesta es falta de diligencia”. Explica que ciertos retrasos en la ejecución “son habituales e incluso pueden ser recomendables”, pero siempre “dentro de una horquilla coherente”.

Cuentas del Concello de Ourense
Cuentas del Concello de Ourense

En cuanto a la falta sistemática de presupuestos actualizados, la falta de personal (Jácome arremete continuamente sobre el déficit de profesionales cualificados en el Concello), Vaquero niega la mayor: “Argumentar que falta personal solo resulta creíble durante un breve espacio de tiempo, no pudiendo utilizar esta justificación durante todo un mandato, al menos en ayuntamientos de cierto número de habitantes, donde las dificultades de personal son inexistentes o mucho menores”. Él apunta más bien a la “falta de gestión” que, asegura, está detrás de la mayoría de concellos sin cuentas actualizadas, que optan por “prorrogar sus presupuestos, una solución mucho más sencilla, pero que nunca debe ser la solución a la falta de gestión”. 

La cuenta 413

La “cuenta 413”, como explica Mosquera, incluye aquellas facturas “que non tiveron tramitación de ningún tipo antes de rematar o exercicio e hai que recollelas como obrigas”. Actualmente, en la etapa Jácome, se han superado los 9 millones de euros acumulados en esta caja, facturas a las que habrá que hacer frente y que suponen  un cantidad desorbitada, ya que, como precisa Mosquera, “supoñen case o 10% de todo o orzamento”. Esta cifra, que cuando gobernaba el popular Jesús Vázquez alcanzó cifras inéditas hasta entonces de 7 millones, y generó críticas muy duras de Jácome, que lo llamaba “inútil” y “el peor gestor de España”, ha escalado ahora por encima de los 9 millones, cifras nunca antes vistas en la Administración local ourensana y que demuestran una paralización sin igual en su seno.

El actual equipo de gobierno ha batido récord de facturas impagadas en el cajón, superando los 9 millones de euros

Pago a proveedores

Este volumen de facturas almacenadas en los cajones ha provocado que la demora media en los pagos alcance máximos históricos. La administración Jácome paga -con datos a mes de julio- a 120 días (4 meses), y llegó en época covid a demorarse 129 días de media en abonar las facturas. Sin ir más lejos, no ha pagado todavía a la atleta africana que corrió la San Martiño de 2021 ni ha abonado el tramo urbano del Rally de Ourense de 2022 o 2023, lo que da buena cuenta de la falta de diligencia en el seno de la Administración local. 

“El periodo medio de pago a proveedores (PMP) mide el retraso de la Administración en pagar la deuda comercial en términos económicos. La normativa establece que la Administración deberá pagar dentro de los 30 días siguientes a la fecha de aprobación de las certificaciones de obra o entrega de los productos”, relata el profesor Vaquero, que sostiene que el PMP es “vital”, pues es “una e las variables fundamentales para abordar el análisis económico-financiero de una entidad local”, junto al remanente de tesorería, la deuda o la regla de gasto, un apartado este último que el gobierno de Jácome, como ha advertido el interventor, ha vuelto a incumplir también en 2022.  “É un retraso notable, é moito retraso respecto ao que marca a lei. Ao non ter partidas correspondentes por falta de orzamentos, hai que buscar crédito”, apunta Mosquera. 

El Concello ha regresado en 2022 a estar en situación de deuda, tras años de recortes en los que se consiguió en la etapa de Jesús Vázquez como regidor, alcanzar prácticamente la deuda cero. Sin embargo, el pasado ejercicio se cerró de nuevo con 146.000 euros de números rojos. Mientras, el Concello, ante la baja ejecución presupuestaria del amplio equipo de Jácome, el remanente de Tesorería sigue por encima de los 130 millones, con una subida continua de ingresos y cada vez menos dinero invertido. 

El Concello gasta hoy 5,5 millones de euros más en las partidas de Personal, y el triple en asesores, que hace una década

Una de las banderas de Jácome en su aterrizaje en el Concello fue el ataque a los trabajadores públicos y los “enchufados”. Un discurso que utiliza como escudo frente a los problemas de su gestión y que los datos ponen negro sobre blanco. Las liquidaciones presupuestarias de los últimos ejercicios demuestran que Jácome gasta más que nunca en personal. Ya invierte más de un tercio del total en este apartado. El desembolso en asesores (personal eventual) ha superado  el umbral del millón de euros en 2021 y 2022, y ya casi triplica lo que se gastaba en el Concello hace 10 años. En cuanto al gasto total de las partidas de personal, contando también trabajadores públicos y directivos, sigue multiplicándose. En 2022, el Concello abonó 34,15 millones de euros en nóminas, frente a los apenas 28,81 que se pagaban  en 2018, cuando todavía gobernaba el PP en solitario.  

Cifras, todas, sacadas de la propia liquidación presupuestaria y de los órganos económicos del Concello que refrendan que, como diría aquél,  “lo medible no es opinable”. 

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