CONTROL FISCAL

Hacienda vigila la economía sumergida en las piscinas privadas de Ourense

La demanda de las piscinas continúa al alza en Ourense.
photo_camera La demanda de las piscinas continúa al alza en Ourense.
Las piscinas, muchas en Ourense, aumenta el valor catastral y por tanto el IBI también se ve modificado

Otra de las opciones para darse un baño este verano en Ourense son las piscinas. El sector ha sufrido un ‘boom’ tras la pandemia y el número de piscinas censadas en el Catastro aumenta de forma considerable de año en año. Otro de los motivos del aumento en el registro de este tipo de construcciones es el plan de la Agencia Tributaria, iniciado hace una década, para luchar contra la economía sumergida en forma de piscinas. Hacienda detectó en la provincia más de 1.300 viviendas con piscina que no tenían regularizada su situación.

No tendrá que pagar la misma tasa una persona con una casa sin piscina que otra que sí disponga de este tipo de construcción

Y es que contar con una casa con piscina no solo precisa el coste que supone su instalación: los propietarios también tienen que tener en cuenta el impuesto respectivo que va a tener la alberca. En el caso de no tener declarada esta instalación, también se debe tener en cuenta el coste que supondrá su regularización. La nueva instalación modificará el valor catastral de la propiedad y con ello la base imponible del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), por lo que la construcción de esta piscina incrementa este tributo que se debe liquidar en el Concello correspondiente. Por este motivo, no tendrá que pagar la misma tasa una persona con una casa sin piscina que otra que sí disponga de este tipo de construcción. Aunque varía dependiendo del ayuntamiento, la tasa a pagar a mayores se suele situar entre un 5% y un 10% de lo que se venía pagando hasta ahora. También aumentará el valor catastral de la vivienda, aunque depende del tipo de inmueble y del tamaño de la piscina; esta subida de valor será de entre un 5% y un 15%.

Los precios de las piscinas también se han visto afectados por la inflación y la creciente demanda. Una piscina de 8x4 metros, una de las más habituales en las viviendas, tiene un precio de entre 15.000 y 17.000 euros, incluidos permisos, excavación y acabados con sistema de depuración y limpieza. Según el Ministerio de Hacienda, si la construcción de una piscina no se ha notificado e incluido en el Catastro, se deberá regularizar. Si se quiere que la piscina cumpla las leyes establecidas, su existencia debe figurar en el registro catastral. Además, antes de comenzar con la obra se tendrá que pedir una concesión de licencia de obras al Concello correspondiente.

Pereiro lidera por habitantes

Según el último dato que figura en la Dirección General del Catastro, correspondiente a 2023, la provincia cuenta un total de 6.526 piscinas. Esto es, una alberca por cada 46 habitantes. En los últimos años, especialmente tras la pandemia, los ourensanos se interesaron cada vez más por contar en sus hogares con este tipo de construcciones. Hay que tener en cuenta que están grabadas en el IBI, de ahí que el Catastro lleve un control estricto de este tipo de instalaciones.

En su último registro, la Agencia Tributaria detectó 1.300 viviendas que no tenía regularizada su piscina particular

La mayor parte de las piscinas se encuentran en el área metropolitana. Ourense (907), Pereiro de Aguiar (699), San Cibrao das Viñas (332), Barbadás (286), Amoeiro (218) y Toén (166) encabezan el ranquin. En total suman 2.608 piscinas. Fuera del área de influencia de la ciudad, Verín se sitúa como el concello con más piscinas con 422. También cuentan con cifras destacables municipios como Coles (244), O Barco de Valdeorras (230), O Carballiño (163) o Allariz (162). 

El municipio de la ciudad con más piscinas por habitante es Pereiro de Aguiar que cuenta con diez piscinas por cada cien habitantes. En esta estadística le siguen Amoeiro con nueve piscinas por cada centenar de habitantes y el concello de Coles con 7. Mientras que los concellos de la provincia con menos piscinas son Parada de Sil y Vilariño de Conso, donde solo figuran registradas una piscina en cada uno. Por su parte, Calvos de Randín, el denominado ‘Congelador de Galicia’, cuenta, curiosamente, con cuatro piscinas. n

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