El futuro universitario de los estudiantes de Bachillerato se oscurece ante la creciente imposibilidad de acceder a la carrera deseada.
El aumento de la demanda y la limitada oferta de plazas generan frustración y ansiedad entre los jóvenes que ven sus sueños académicos truncados. Esta situación no solo afecta a su bienestar emocional, sino también su proyección profesional y desarrollo personal.
Urge una revisión exhaustiva del sistema de acceso a la universidad y una ampliación de recursos para satisfacer las necesidades educativas de esta generación.
El acceso adecuado a la educación universitaria de los jóvenes es fundamental para construir un futuro próspero y justo para todos.